Para el Candomblé, cada persona pertenece a un Orixá
determinado, que es el Dueño/a de su cabeza y mente, de quien hereda características
físicas y de personalidad. Es función del Pai o Mãe de Santo descubrir quien es
el/la dueñ@ de su cabeza (Ori), a traves del jogo de buzios.
Este conocimiento
es absolutamente necesario en el proceso de iniciación, de nuevos adeptos, como
asi tambien para hacer previsiones futuras en los clientes, y asi poder
resolver sus problemas.
En África existen registros sobre la existencia de mas de
400 Orixás, sólo que en Occidente se cultúan muchos menos. A cada uno de ellos
les cabe el papel de regir y controlar fuerzas de la naturaleza, aspectos del
mundo, de la sociedad y de los seres humanos.
Cada uno tiene sus propias
características, elementos naturales, colores simbólicos, vestuarios, músicas,
alimentos, bebidas, además de caracterizarse por las diferencias de
personalidad, deseos, defectos, etc.
Ningun Orixá es enteramente bueno ni malo. Este concepto
aparece cuando los devotos aceptan que los hombres y mujeres, heredan muchos de
los atributos de la personalidad de sus Orixás.
A partir de esta creencia, en
muchas situaciones la conducta de alguien, puede ser reflejada en los pasajes
míticos o leyendas, que relatan las aventuras de los Orixás. Esto, dentro de la
comunidad religiosa, legitima tanto los acirtos como las faltas de cada uno.
Además de su Orixá de cabeza, existe un segundo Orixá
(juntó), y actúa como una Divinidad asociada, que complementa al primero. Por
ejemplo se dice: Soy hijo de Oxalá e Yemajá.
Generalmente si el primero es
masculino el segundo es femenino, o viceversa como si cada uno tuviese un padre
y una madre. La segunda Divinidad tiene un papel muy importante en la
definición del comportamiento, y mostrando combinaciones muy ricas de los dos
Orixás.
Como cada Orixá individual de la persona, deriva de una cualidad del
Orixá general, que puede ser ese Orixá en edad joven o viejo, o en tiempo de
guerra o paz, como rey o como súbdito, etc. las variaciones que servirían como
modelos, son muchísimas.
En el Candomblé, se tiene la idea que muchos de los
conocimientos, se perdieron en la transmición África-Brasil,que en algún lugar
existe una verdad perdida, un conocimiento olvidado, una revelación escondida.
La construcción de la religión, de sus Divinidades, símbolos y significados,
están lejos de completarse. Sus seguidores, no siempre se dan cuenta de esto.
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