Omolu - Obaluaé llego vistiendo su capucha de paja.
Nadie podía reconocerlo por su disfraz ninguna mujer quiso
bailar con él.
Solo Oia, tuvo el valor, se lanzo a bailar con el señor de
la tierra.
Tanto giraba Oía en su danza que provocaba el viento.
Y el viento de Oía levanto las pajas y descubrió el cuerpo
de Obaluaé.
Para sorpresa general, era un bello hombre.
El pueblo aclamo por su belleza.
Y, en recompensa, dividió con ella su reino.
Hizo de Oía la reina de los espíritus de los muertos, Reina
que es Oía Igbalé, la conductora de los egunes.
Oía entonces bailo y bailo de alegría.
Para mostrar a todos su poder sobre los muertos, cuando ella
baila ahora, agita en el aire el iruquere, el espanta moscas que aparta los
egunes para el otro mundo.
Reina Oía Igbalé, la conductora de los espíritus.
Reina que fue siempre la grande pasión de Omolu.
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