Ogum
es un poderoso jefe guerrero que anda, siempre, al frente de los
otros Imalés.
Ellos van, un día, a una reunión. Es la reunión de
los doscientos Imalés de la derecha y de los cuatrocientos Imalés
de la izquierda. Ellos discuten sobre sus poderes.
Ellos hablan mucho sobre Obatalá,
aquel que creó los seres humanos. Ellos hablan sobre Orunmilá, el
señor del destino de los hombres.
Ellos hablan sobre Exú: “Ah! Es
un importante mensajero!” Ellos dicen muchas cosas respecto de
Ogum. Ellos dicen: “Es gracias a sus instrumentos que nosotros
podemos vivir.
Declaramos que es lo más importante
entre nosotros!” Nanã Buruku contesta entonces: “No digan eso.
Qué importancia tienen entonces, los trabajos que él realiza?”
Los demás orixás responden: “Es gracias a sus instrumentos que
trabajamos por nuestro alimento.
Es gracias a sus instrumentos que
cultivamos los campos. Son ellos que utilizamos para carnear.” Nanã
concluye que no rendirá homenaje a Ogum. “Por qué no habrá otro
Imalé más importante?” Ogum dice: “Ah! Ah! Considerando que
todos los otros Imalés me rinden homenaje, me parece justo, Nanã,
que vos también lo hagas.” Nanã responde que no reconoce su
superioridad. Ambos discuten así por mucho tiempo.
Ogum preguntando: “Vos pretendés que
yo no sea indispensable?” Nanã garantizando que ella podría
afirmar eso diez veces.
Ogum dice entonces: “Muy bien! Vas a saber
que yo soy indispensable para todas las cosas.” Nanã, a su vez,
declara que, a partir de aquel día, ella no utilizará absolutamente
nada fabricado por Ogum y podrá, aún así, realizar todo.
Ogum cuestiona: “¿Cómo vas a hacer?
¿No sabes que soy el dueño de todos los metales? Estaño, plomo,
hierro, cobre. Yo los poseo todos.” Los hijos de Nanã eran
cazadores. Para matar un animal, pasaron a servirse de un palo
afilado en forma de cuchillo, para carnear.
Los animales ofrecidos a
Nanã son muertos y cortados con instrumentos de madera. No puede ser
utilizado el cuchillo de metal para cortar su carne, por causa de la
disputa que, desde aquel día, opuso Ogum a Nanã.
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