Es bien sabido que la Kimbanda está dividida por siete
líneas y una de esas líneas es la Línea de las Almas, dentro de esta línea se
encuentran todos los espíritus que pertenecen o mejor dicho tienen influencia y
campo de acción dentro del cementerio, cuando nos referimos al cementerio o
calunga como generalmente la nombramos es una expresión general, porque dentro
de este contexto entran todos los espíritus que están en los cementerios,
mares, ríos, etc.
En realidad es donde se encuentran depositados los cuerpos
de quienes fallecen, no importa la circunstancia del fallecimiento. Y en este
lugar se encuentran los espíritus de este tipo de exús, los cuales están
diferenciados por el tipo deferente de vibración, la vibración más baja son los
de la calunga y los de más alta frecuencia los de las almas.
Es por eso que existen tanta variedad de Entidades
Espirituales en diferentes lugares pero que cumplen las mismas funciones como
si fuera dentro del cementerio, dando como ejemplo los campos de batallas, en
esos lugares se encuentran los despojos de los cuerpos que fueron asesinados en
esos momentos y al instante del descarne estos espíritus siguen todavía
turbados por el fragor del combate y es necesario la asistencia de los exús
para contenerlos, lo mismo sucede en los mares y ríos, ahí se encuentran los
espíritus de aquellos que murieron ahogados, sea por cualquier circunstancia, y
ahí también están los exús para asistirlos en ese momento.
Es entonces que algún escéptico se puede preguntar, ¿Cómo
puede ser si hace 100 años no existía ni la Umbanda ni la Kimbanda?, si no
estaban los exús.
Pues entonces aquí hay que hacer una revisión de los
acontecimientos ocurridos en el planeta, tanto en lo físico como en lo
espiritual, se acostumbra a decir que los exús son la policía del astral, lo
cual creo que es así, también se dice que son los agentes mágicos
“universales”, lo cual no me parece, ya que si lo tomamos literalmente
significaría que estos tienen influencia en todo el universo y eso sería una
falacia, si tomamos el primer concepto más específicamente el de “astral”, es
en referencia al astral terráqueo, en cambio no podemos tomar el concepto de
universales en referencia solo a la Tierra, porque si no se confunde a la
gente, porque no es una cuestión se buscar sinónimos, estamos hablando de
Entidades Espirituales y no de un conjunto de palabras; se entraría en
confusiones, volviendo al tema, los exús están sujetos a la faja vibracional
terrestre y desde allí ellos ejercen su influencia.
Y los exús son los responsables por el cuidado de los
espíritus que recién desencarnaron, (cabe aclarar que solo nos estamos
refiriendo a los exús de las almas y a los de la calunga solamente, en otro
momento nos referiremos a los de más exús).
Según nos han contado nuestros Guías espirituales en los
albores de la evolución humana no existía la reencarnación porque el humano no
tenía conciencia ni del bien, ni del mal, porque estaba más conectado con el
mundo espiritual, y el mundo material era una leve sensación nada más era como
un ensueño, ya que los espíritus que en aquellos tiempos encarnaban en la faz
de la Tierra, eran de condición primaria en su fase de evolución pero aconteció
que empezaron a encarnar otro tipo de espíritus de distinta índole, con
tendencia beligerante, si bien estos tenían grandes conocimientos tanto en lo
científico, como en lo técnico y espiritual, fallaban siendo ellos mismos
victimas de su propia ambición, violencia y ansias de dominación sobre los
otros.
Esta situación llevo a que las grandes Jerarquías
Celestiales regidoras de nuestro universo a crear un medio, no de castigo, pero
sí de expiación y aprendizaje, para estos espíritus rebeldes y fue creado el
sistema de reencarnación, este acontecimiento se pierde en la memoria de los
tiempos, pero según nuestras investigaciones fue a mitad de la era Lemur que
calculamos unos 700.000 años atrás.
A medida que los eones del tiempo fueron transcurriendo y
las diferentes humanidades fueron pasando, el ser humano fue cambiando de
estados tanto en lo físico, como en lo espiritual, y así llegamos hasta unos
tres mil años atrás, donde en esa época se preparaba un acontecimiento especial
en la Tierra, el advenimiento del Maestro Jesús, y por lo tanto, fueron
convocados todos aquellos espíritus que estuviesen en condiciones de ayudar en
el acondicionamiento del astral terrestre para tal acontecimiento, estos
espíritus, fueron los de aquellos sumos Sacerdotes y Sacerdotisas de las
distintas épocas o períodos de las diferentes civilizaciones siendo los mas
avanzados de ellos, esto llevó un periodo de aproximadamente novecientos a mil
años terrestres, tiempo necesario también para preparar el peri espíritu de
Jesús, para luego el llegada del Cristo treinta años después, lo cual es otro
tema que no tocaremos aquí, porque no iríamos del objetivo de este escrito.
Una vez ya nacido Jesús fue necesaria la organizado del
astral y por lo tanto se conformo un alto mando espiritual, para poder contener
a los espíritus y organizarlos según su estado vibratorio y evolutivo, y dentro
de lo que sería más adelante la Kimbanda el Jefe Supremo de la Línea de las
Almas bajo el orden de ¡Ogúm Megé! estaría el ¡señor Omolú!, quien es el dueño
de esta línea, y el gran ¡Tata Caveira! fue el encargado de adoctrinar a todos
estos espíritus, para la preparación de una futura religión ¡Umbanda! De ahí su
nombre ¡Tata! el Padre, él, es el exú más viejo de todos, es en realidad el
primero de todos los Exús, con el transcurrir del tiempo él, ¡Tata Caveira! fue
el encargado de rescatar a los espíritus que en el futuro serian los espíritus
de las almas, por englobarlos de alguna forma, pero una vez organizado todo el
comando de sus líneas.
Estas fueros divididas según su vibración, campo de acción,
tendencias y obligaciones que a cada uno le tocaría y por lo tanto, dentro de
la Línea de las Almas pero en un plano vibratorio diferente están los espíritus
llamados de la calunga, ahora bien la diferencia entre estos dos planos de vida
es no el grado evolutivo, sino el grado vibratorio, y la responsabilidad que a
cada uno le toca, en primer lugar, cuando la persona descarna, este deja libre
a su espíritu por medio de la rotura del cordón de plata, pero no esta del todo
desconectado de los antiguos cuerpos todavía, es decir que hasta que no se
descomponga y se destruya totalmente el cuerpo físico y por consiguiente el
cuerpo vital, el espíritu esta todavía ligado a estos de algún modo, es en ese
momento que los primeros espíritus que toman cuenta del recién llegado son los
espíritus de la Línea de la Calunga, ellos son los encargados de cuidar los
cuerpos en descomposición y que el espíritu recién desencargado no sea victima
de aquellos espíritus malignos que puedan intentar dominar, obsesionar o
perturbarlo.
Y por lo tanto durante el lapso que dure la condición del
recién desencarnado, (eso dependerá de la evolución que pueda tener a nivel
espiritual) primero: rever toda su vida y los errores que pudo haber cometido
estando encarnado, para luego en una próxima reencarnación poder plasmar junto
con el espíritu asignado para tal efecto su próximo regreso a la Tierra para
seguir aprendiendo y superando los errores del pasado y esto es muy importante
para el espíritu porque debe estar muy tranquilo para poder ver y observar al
detalle todo lo acontecido en su ultima reencarnación y los espíritus de la
Calunga lo cuidaran hasta que él halla terminado todo lo que a ese nivel le
toque revisar y ayudarlo también a que el remordimiento de los actos cometidos
no lo desequilibre y así poder ir depurando todas las materias pesadas y bajas
para luego poder ascender de plano y si lo logra con mucho esfuerzo podrá el
espíritu elevarse a la categoría de las almas, ya que estos tienen la condición
de ayudar al espíritu a prepararlo y acondicionarlo para la futura
reencarnación, llevándolo hacia el lugar del astral donde ya no esté sujeto a
los pensamiento del pasado, y solo se concentrará en planificar su próxima
existencia terrestre, y los espíritus de las almas serán los encargados en este
caso de ayudarlo, por lo tanto, los espíritus de la calunga son los
responsables de cuidar los despojos cadavéricos y astrales del recién
desencarnado, para que este no sea objeto de manipulación de ningún espíritu
maligno, como tampoco de ningún mago negro que intentase usar su cascaron
astral para fines maléficos (que este tema lo tocaremos en otra ocasión).
Y los espíritus de las almas son los encargados de acompañar
al espíritu a formar su próxima reencarnación de acuerdo con las pruebas a
cumplir, y ayudándolo a formar los diferentes vehículos que este tendrá de
acuerdo a la nueva condición de vida que le tocará vivir, y ellos lo asistirán
hasta el momento que el espíritu entre en el vientre materno.
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