Una modalidad de
desdoblamiento del cuerpo astral mucho tiempo después de oír muchas
discusiones de las distintas jerarquías de exú, la decisión de
viajar a un plano astral para disipar dudas se torno un objetivo.
Para efectuar el
desdoblamiento de mi cuerpo astral, comencé por una fase
preparativa, que comenzaba por la abstención de las comidas en los
días de ejerció (sustituyéndola por jugos, fruta, tubérculos y
agua), prosiguiendo con la suspensión de café, té cigarrillo, sexo
y toda clase de emociones fuertes de diversas naturaleza.
Antes de acostarme ponía
un vaso de agua fresca sobre algún mueble de la cocina o de
cualquier otro cuarto de la casa, siempre lejos del dormitorio. Una
pizca de sal bajo la lengua. Era cuestión, de echarme y esperar la
llegada del sueño.
Dos segundos antes de dormirme, tenia lugar el
desdoblamiento consciente, cuando la sed provocada por la sal impele
procurar el vaso de debajo en otro lugar, la par que la pereza,
naturalmente, predomina durante esos dos segundos, la fase mas
importante del proceso era la que afectaba el desdoblamiento de mi
cuerpo astral.
Previo a cualquier tipo de
tentativa, busque auxilio de mi exú para este ejercicio. No
obstante, el me dijo no estar en condiciones para ser mi conductor,
prometiendo buscar alguno de su confianza para que me acompañe en
esa peligrosa aventura.
Fue necesario esperar
algunos meses hasta hallar a “mi viajante protector”.
Satisfecha esa condición,
la primera dificultad era el equilibrio y la coordinación del cuerpo
en el espacio. El siempre acto de andar se tornaba difícil y
embarazoso.
Entonces, procuraba a la
entidad que denomine “mi viajante protector” y permanecía a la
espera de sus recomendaciones, si las cuales no me aventuraba a salir
de mi propia habitación.
El miedo estaba presente en todas las fases
del desdoblamiento y era común que me quedase a la espera de algún
imprevisto que pudiera perjudicarme.
Las personas que se propusieren
hacer este tipo de ejercicio, en la medida que compartan la alcoba
con un compañero, deben poner en aviso a la otra persona de modo de
no ser despertados imprevistamente, lo que puede acarrear un
maleficio fatal, ya que es impredecible la repercusión al
encontrarse el cuerpo astral con el cuerpo físico inanimado.
Conviene avisarle:
¡proyección astral y mediumnidad son cosas diferentes! La primera,
es un trabajo al alcance de cualquiera que sea perseverante y tenga
curiosidad de conocer el lado astral, donde la vida se dilata y da
continuidad a la existencia humana y el resto de las cosas que
integran el planeta.
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